EL KARATE EMPIEZA EN LA MENTE
Haremos una
revisión por los distintos estados mentales que nos ayudaran en nuestro viaje
por el arte marcial. Y porque no por nuestras vida diaria. Al final de cuentas
eso mismo es el DO.
Zanshin; Mushin; Shoshin y Fudoshin.
Como veremos en un
primer vistazo, los cuatro estados tienen algo en común.
Shin o kokoro,
puede traducirse literalmente como corazón, pero la traducción no es exacta. En
el lenguaje japonés, kokoro podría referirse a todo el mundo interno,
incluyendo pensamientos y sentimientos. Esta dicotomía será tema de otra
conversación
Cada uno de ellos no es un lugar fijo, sino
que yo mismo los veo cómo hacer malabares con 4 pelotas (y la dificultad que
esto representa). Ya que incluso algunos parecen opuestos, o imposibles de
alcanzar al mismo tiempo. Lo que no impide que los persigamos.
Zanshin (mente consciente)
Expresa el
concepto vigilancia o alerta, aunque esta técnica posee connotaciones que van
más allá de la pura estrategia Marcial. Los maestros de Budo enseñan que es
también una forma de exteriorizar la vigilancia durante y después de la acción.
Es estar
constantemente al tanto de su cuerpo, mente y sus alrededores sin hacer
hincapié en ti mismo. Si un ataque o una situación nos toman desprevenidos, de
poco valdrá nuestro entrenamiento y preparación. Nuestra respuesta no podrá ser
óptima.
Mushin (sin mente)
“Cuando el espadachín se enfrenta a su
oponente, no piensa en el oponente o en sí mismo, ni en los movimientos de la
espada del oponente. Sólo permanece allí con su espada, la cual, olvidando
todas las técnicas, está preparada para seguir los dictados del subconsciente”
Este estado
estaría caracterizado por una ausencia de pensamientos y emociones, permitiendo
a la mente permanecer abierta y adaptable a todas las circunstancias. Está
relacionado con el flujo que experimentan los artistas en un proceso creativo.
El secreto está en
practicar, practicar, practicar. Si uno se atasca demasiado en los detalles, o
en nuestros (inevitables) errores, se detiene el flujo.
Y en un momento
adquiriremos la memoria muscular suficiente para dejar que el trabajo lo haga
el subconsciente, entonces uno deja de estar atado a las técnicas, y es
auténticamente libre.
Es como aprender a
caminar, manejar un auto, a andar en bicicleta, etc. Al principio uno tiene que
hacer un esfuerzo, eventualmente uno no piensa que está caminando, manejando o
pedaleando solo sale de manera natural, uno lo a internalizado y simplemente
fluye.
Shoshin (mente de aprendiz)
“En la mente del principiante hay muchas posibilidades, en la
mente del experto hay pocos.”
Se refiere a tener
una actitud de apertura, entusiasmo y falta de ideas preconcebidas cuando se
estudia un tema, tanto a un nivel avanzado, como de principiante.
Es muy sencillo
comprender este concepto. Solo recuerde la primera vez que piso el Dojo, uno
empieza con ganas de aprender, escucha todo, intenta absorber todo. Cada
lección es valiosa.
Lo realmente
difícil es mantener esta actitud a medida que uno avanza, mientras más avanza
uno mayor es la tendencia a pensar que
uno ya lo sabe todo.
Ser cinturón negro
no es el final del entrenamiento, significa que uno ya ha entendido lo
suficiente lo básico, como para empezar a aprender en profundidad. El primer
cinturón negro es llamado “Sodan” (primer nivel). Todo lo anterior es nivel 0.
Una pequeña
analogía quizás lo ejemplifique bien. El hecho de haber aprendido a escribir
(recibir el Cinturón negro Shodan) no lo convierte inmediatamente a uno en
novelista. Ser un artista marcial es un trabajo de toda la vida. Ser un Maestro
marcial (con M mayúscula) no está al alcance de todos. Algunos solo deberemos
contentarnos con arañar la superficie
Fudoshin
(mente inmóvil)
Es un estado de
ecuanimidad o imperturbabilidad, más que indicar rigidez e inflexibilidad,
describe una condición que nos ayuda a evitar que los pensamientos internos o
las fuerzas externas nos afecten fácilmente. Se asocia con un sentimiento de
invencibilidad, de una mente que no puede ser perturbada por la confusión, la
duda o el miedo.
Si uno se rinde
ante el primer obstáculo, jamás lograría nada. Cierta cerrilidad nos mantiene
en la senda que hemos decidido seguir, aunque las probabilidades estén en
nuestra contra, o no veamos que sea fácil. Porque no se termina hasta que se
termina.
“ningún mar en calma hizo experto a un
marinero”
Cuatro estados
mentales, cuatros pelotas para hacer malabares.
¿Cuál es tu
favorita?
Porque el Karate
empieza en la mente….
Y aun no sé dónde
termina.
Diego Bello