NUESTROS PRINCIPIOS:
1.
Karate Do es básicamente un sistema de Defensa Personal, pero orientado a mejorar la Salud Física y Mental, ya la vez purificar y elevar el Espíritu . No se practica para abrigar violencia; se practica para fomentar la PAZ.
2. Los principios morales y éticos del Karate Do –Humildad, Bondad, Respeto, Honestidad, Generosidad y Tolerancia- deben no obstante llevarse a la vida diaria . De lo contrario, aparece la hipocresía y la soberbia, dos venenos para el Espíritu.
3. El Respeto hacia el Sensei, el Sempai, el Dojo, y hacia todos los Compañeros, es un componente esencial e imprescindible del Karate Do. Inclusive, el Respeto hacia otras Artes Marciales y sus Maestros, es fundamental. Si no hay Respeto, no hay Karate Do, sino solamente un cúmulo de técnicas de defensa y ataque.
4. Debe entrenarse intensa y seriamente, muy duro, pero cada uno dentro de sus posibilidades, estado y edad. Un cuerpo lesionado no es útil… y retrasa la práctica.
5. El Kumite en el entrenamiento es necesario, saludable y útil. Sin embargo, ganar medallas, trofeos o premios, No es el objetivo del antiguo y tradicional Karate Do.
6. Debe evitarse en todo momento, siempre que sea posible, una confrontación física, ya que el resultado de la misma es siempre incierto e impredecible . Inclusive si es necesario ceder o conceder algo, normalmente vale la pena para evitar un conflicto. Sólo si hay un riesgo grave e inminente de peligro, entonces no habrá otra opción que defenderse.
7. Si la confrontación es inevitable, hay que defenderse y neutralizar el peligro con firmeza, decisión y premura . Acá no hay lugar para el miedo y la duda. La acción debe ser breve, efectiva y concreta, pero sin perder el control. La duda y la lentitud pueden significar la muerte .
8.
Un atacante que tiene un arma, de cualquier naturaleza, es un peligro muy peligroso. En estos casos, la Defensa debe ser aún más dura y contundente.
9.
Pero debe recordarse que la prioridad es siempre la Defensa. Jamás debe entenderse una buena Defensa como una acción de venganza. Un buen karateca No es un justiciero, ni tampoco un vengador.
10 Una vez que el peligro ha cesado, suele ser conveniente y rápidamente el escenario del pleito. De ser necesario, pedir ayuda es una opción sabia y válida .
Roberto Hugo Miner. Mendoza, República Argentina, junio de 2010.